Con esta receta participo por primera vez en el Reto Tía Alia. Me hace muchísima ilusión y agradezco que me hayan dejado participar. Reconozco que me intimida un poco, primero porque Tía Alia es una maravilla de blog, y también porque hay muchísimos participantes, todos ellos con blogs de recetas estupendos. Verme participando en esto entre todos ellos, con este proyecto que aún está en pañales, me pone un poco nerviosa. ¡Espero estar a la altura del reto!
En esta prueba siempre puedes escoger entre una receta salada y otra dulce. Yo he escogido la segunda, porque intentar hacer una versión más saludable de un bizcocho, sin utilizar ni azúcar ni harina refinados, sí que me parecía un verdadero reto. De hecho, ese es uno de los objetivos de este blog: recopilar versiones más sanas de todas esas cosas que nos encanta comer, pero que no son demasiado recomendables.
¿Queréis ver cómo me ha quedado?
Los ingredientes
- 4 huevos
- 180 gramos de mantequilla
- 200 gramos de harina integral de trigo (más una cucharada extra)
- 90 gramos de sirope de ágave
- 80 gramos de albaricoques secos
- 1/2 copa de ron
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- pizca de sal
La preparación
En primer lugar, troceamos los albaricoques en dados, los cubrimos con el ron y reservamos. Yo puse también algunas pasas y arándanos.
En un bol, ponemos el sirope de ágave y los huevos y batimos. Añadimos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente, y mezclamos hasta que quede bien integrada. Agregamos la harina, junto con la sal y el polvo de hornear.
Colamos el ron para separarlo de los albaricoques y lo añadimos a la mezcla. Amasamos bien hasta que nos quede una pasta uniforme. Por último, pasamos los dados de albaricoque por harina (la cucharada extra que habíamos reservado) y los agregamos también.
Colamos el ron para separarlo de los albaricoques y lo añadimos a la mezcla. Amasamos bien hasta que nos quede una pasta uniforme. Por último, pasamos los dados de albaricoque por harina (la cucharada extra que habíamos reservado) y los agregamos también.
Vertemos la masa en un molde de silicona para plum cake y lo metemos al horno, que debe estar a 200ºC. Pasados 10 minutos, bajamos la temperatura a 180ºC y esperamos entre 30 y 35 minutos más. Sacamos del horno, lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla antes de desmoldarlo, y ¡a disfrutarlo con un buen café con leche!